En medio de la creciente preocupación por la escasez de agua en la Ciudad de México, un reciente informe ha revelado una práctica alarmante: el uso de agua contaminada con posiblemente hidrocarburos tipo gasolina. Esta situación, que ha surgido como resultado de la combinación de la falta de suministro de agua potable y la necesidad desesperada de los ciudadanos por abastecerse de líquido vital, plantea graves riesgos para la salud pública.

Las autoridades locales SACMEX y el Alcalde de la Benito Juárez han confirmado que en varios puntos de la ciudad se ha detectado la presencia de agua mezclada con gasolina, lo que ha generado una seria preocupación entre los residentes. La escasez de agua potable se ha exacerbado en las últimas semanas debido a una combinación de factores, incluidos problemas en la infraestructura de suministro y condiciones climáticas adversas.

Ante esta situación, muchos ciudadanos se han visto obligados a recurrir a fuentes alternativas de agua, entre ellas, pozos clandestinos y camiones cisterna de dudosa procedencia. Sin embargo, el uso de agua contaminada con gasolina plantea riesgos graves para la salud, incluidos problemas respiratorios, gastrointestinales y dermatológicos.

Las autoridades han instado a la población a abstenerse de consumir agua de fuentes no confiables hasta que se realicen los exámenes de laboratorio de agua potable y han intensificado los esfuerzos para proporcionar agua potable a las áreas afectadas. Se están implementando medidas de emergencia para abordar la crisis hídrica y se está trabajando en la reparación de la infraestructura dañada.

Mientras tanto, se están llevando a cabo investigaciones y análisis de agua potable para determinar la causa exacta de la contaminación del agua con gasolina y para identificar a los responsables de esta peligrosa práctica. Se espera que se tomen medidas enérgicas contra aquellos que pongan en riesgo la salud y seguridad de la población mediante la manipulación y contaminación del suministro de agua.