En México existen varios tipos de agua, y cada uno de ellos puede estar sujeto a regulaciones específicas establecidas por las diferentes Normas Oficiales Mexicanas (NOMs).
Aquí hay una descripción de algunos tipos de agua muy comunes y las NOMs relacionadas:
Agua potable: El agua destinada al consumo humano debe cumplir con ciertos estándares de calidad. La NOM-127-SSA1-2021 establece los límites permisibles de calidad y tratamientos para el agua potable.
Agua para uso doméstico: Este tipo de agua puede ser utilizada para actividades como el lavado de ropa y utensilios; no se recomienda para consumo directo. La regulación del agua para uso doméstico puede consultarse en la Norma Oficial Mexicana NOM-001-CONAGUA-2011.
Agua purificada: El agua purificada es un tipo de agua embotellada que debe cumplir con la NOM-201-SSA1-2015, que establece los requisitos sanitarios y de calidad que deben satisfacer las plantas purificadoras y envasadoras de agua purificada.
Agua para albercas: La calidad del agua en piscinas y albercas está regulada por la NOM-245-SSA1-2010, que establece los límites permisibles y requisitos para el mantenimiento del agua en instalaciones recreativas.
Agua para riego agrícola: El agua utilizada para la irrigación de cultivos agrícolas se debe cumplir conforme a la NOM-CCA-033-ECOL/1993 que establece los límites máximos permisibles de contaminantes para este propósito.
Aguas residual: Las aguas residuales, tanto urbanas como industriales, están reguladas por las siguientes normas:
- NOM-001-SEMARNAT-2021, Establece los límites permisibles de contaminantes en las descargas de aguas residuales en cuerpos receptores propiedad de la nación.
- NOM-002-ECOL-1996, Establece los límites máximos permisibles de contaminantes en las descargas de aguas residuales a los sistemas de alcantarillado urbano o municipal.
- NOM-003-ECOL-1997, Establece los límites máximos permisibles de contaminantes para las aguas residuales tratadas que se reusen en servicios al público.
Agua en la industria alimentaria: Las normativas pueden variar según el tipo de alimento, pero en general, deben cumplir con las normas de calidad establecidas por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS).
Agua para procesos industriales: El agua utilizada en procesos industriales puede estar sujeta a regulaciones específicas según la industria y el tipo de proceso. Son procesos que comúnmente se vinculan con las aguas residuales.
Agua blanda: También conocida como ablandador de agua, funciona mediante un proceso de descalcificación que elimina o reduce la concentración de minerales que causan la dureza del agua, misma que por el contrario se refiere a aquellas aguas con mayor cantidad de minerales disueltos, y que se rigen bajo la NOM-AA-72-1981.
Todas las regulaciones pueden actualizarse con el paso de los años, por lo que es importante mantenerse al tanto de los posibles cambios en cada normativa.
Una vez que se obtienen los resultados analíticos que indican los problemas en la calidad del agua para posteriormente corregirlos, y de esta manera cumplir con las NOMs geográficas pertinentes, hay varias opciones y recursos disponibles para mejorar la calidad del agua. Estos pueden incluir:
Tratamiento del agua: Dependiendo de los contaminantes identificados, se pueden aplicar diversos tratamientos, como la filtración, desinfección (cloración, ozonización, UV), coagulación-floculación, precipitación química, intercambio iónico y membranas de ósmosis inversa.
Ajuste del pH: Si el pH del agua está fuera de los límites, se pueden usar sustancias químicas como ácido o alcalinidad para ajustarlo a los niveles adecuados.
Remoción de contaminantes específicos: Para eliminar contaminantes específicos, como metales pesados, químicos orgánicos, o microorganismos indeseados, es posible que se necesiten procesos de tratamiento especializados, como adsorción con carbón activado o procesos de oxidación avanzada.
Mejora de la fuente de agua: Si la fuente de agua está contaminada, se pueden tomar medidas para protegerla, como la conservación de cuencas, la reforestación y la prevención de la contaminación en origen.
Inversiones en infraestructura: En algunos casos, puede ser necesario invertir en mejoras de infraestructura, como sistemas de purificación más avanzados o actualización de redes de distribución.
Monitoreo continuo: Establecer un programa de monitoreo continuo, garantiza que los niveles de calidad del agua se mantengan dentro de los límites requeridos.
Colaboración con expertos: Consultar con expertos en tratamiento de agua y laboratorios acreditados, confirma que se siguen los procedimientos adecuados.
La elección de la acción correctiva dependerá de la naturaleza de los contaminantes y de los resultados específicos de un análisis de agua de primera calidad, disponible en Laboratorio ABM.
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